Nací a finales de septiembre, por lo que "soy de virgo". Vivo bajo estereotipos de un signo "perfeccionista" y "organizado"; a esto sumemosle que cuando me hicieron la carta astral me dijeron que era ascendente en tauro y que tenía la luna en libra. Por mi ascendente me dijeron que era "romántica" y que por mi luna me doy "excesos con cualquier cosa". Con estas características sentí que definieron a mi persona prejuzgandome, sin saber realmente que tan limpia era mi habitación o que tan bien está hecho mi trabajo; me encasillaron a una forma de amar (como si los ascendentes en tauro fueran las únicas personas en el mundo que se enamoran, quiero decir, todos se enamoran sin importar que signo son). Y en cuanto a los excesos ¿quien te crees que sos para decir que me excedo con algo? Te hacen una lectura de tu conducta y, si no estas convencido, te dicen-bajo ese determinismo- que veas todo de forma ambigua (un discurso determinista que te piden leerlo ambiguamente).

En "El existencialismo es un humanismo" de Jean Paul Sartre la existencia precede a la esencia; el ser humano es arrojado al mundo sin pedirlo, pero con la capacidad de definirse a sí mismo (de ahí que su existencia precede a la esencia). El ser humano se va definiendo una vez que existe; no hay una predestinación marcada en nuestra esencia, como si lo intenta hacer ver el horóscopo, cuyo determinismo nos hace creer que por la publicación semanal/mensual del zodíaco somos de cierta manera, sin poder cambiar los aspectos bajo los cuales nos fuimos formando por acciones nuestras. El existencialismo sartreano da la posibilidad de hacernos entender que no estamos destinados a nada en concreto; la astrología es una pseudociencia que no tiene ningún rigor que fundamente porque estamos destinados a una cierta vida bajo los signos y los planetas. Nuestra vida se define con las acciones que elegimos y no elegimos, porque no elegir es elegir también. Las acciones elegidas son bajo una libertad que es condena también, pues debemos ser responsables de lo que hacemos; no estamos predestinados a "ser de cierta manera".